n imágenes mitológicas, el primer libro de la Biblia, el Génesis, relata el origen del ser humano y la posterior separación en mujer y hombre.
Con una espiritualidad moderna se puede reconocer en estas imágenes una descripción del origen y de la naturaleza de los sexos. Permite una comprensión diferenciada de lo masculino y lo femenino en la constitución humana y fundamenta lo que cada vez más personas sienten en forma espontánea: el Yo, la esencia, el espíritu del ser humano no tiene un sexo que lo unilateraliza, sino que es abarcante.
Estos conocimientos tienen implicaciones importantes para todo el tema de convivencia y matrimonio.