78 páginas - Encuadernación en rústica mate EN STOCK (27 unidades)
Caroline von Heydebrand (1886-1938) fue maestra en la primera Escuela Waldorf
en Stuttgart.
Título original: Das seelenwesen des Kindes. Traducción al castellano: Ana María Castro
revisada por Juan Berlín y Miguel López-Manresa.
Revisión: Francesc Fígols Giné Diseño de la portada: Miquel Fígols Cuevas
l conocimiento de los temperamentos de los niños y su adecuado tratamiento individual y colectivo es un recurso docente de primera magnitud para el maestro y muy útil para los padres. Caroline von Heydebrand fue una de las primeras maestras Waldorf en Stuttgart. Por medio de ejemplos genéricos, extraídos a partir de su dilatada experiencia docente, nos describe cuatro formas de vida anímica infantil, los cuatro temperamentos. Al mismo tiempo nos da una idea clara de las fuerzas formativas, cuya acción consiste en modelar las formas corporales del niño y promover su crecimiento anímico. La manera cómo estas fuerzas trabajan en relación con el temperamento es de mucha importancia. Por eso, los educadores podrán trabajar fructíferamente si consiguen formarse un concepto vivo de estas fuerzas.
Contenido
La formación corporal del niño.
Niños con cabeza grande y con cabeza pequeña.
La naturaleza anímica del niño. Los temperamentos y cómo tratarlos.
El niño sanguíneo. La base corporal del temperamento sanguíneo. El niño extremadamente sanguíneo. Tratamiento del temperamento extremadamente sanguíneo.
El niño melancólico. La base corporal del temperamento melancólico. Tratamiento del niño melancólico.
El niño colérico. Tratamiento del temperamento colérico.
El niño flemático. Los fundamentos del temperamento flemático. Tratamiento del temperamento flemático.
La educación de los sentidos volitivos en la primera infancia es la clave para remediar muchos problemas actuales del desarrollo infantil que en realidad no son problemas médicos.
Los maestros Waldorf saben que la educación de los sentidos durante la primera infancia es fundamental para el desarrollo anímico de los niños y para el aprendizaje intelectual posterior
Mis hijos concurrieron a escuela waldorf y de ninguna manera se los etiqueta. Cada cual tenemos una mezcla única de los temperamentos y esto sólo es un condimento de la personalidad. En estas escuelas tratan de identificarlos para colaborar al equilibrio y así evitar que la unilateralidad de un temperamento condicione a la persona. César
En
mi humilde opinión creo que no se debería tratar el tema de los
temperamentos a la ligera puesto que todos, de alguna manera u otra,
seamos niños o no tan niños, tenemos un poco de cada uno de ellos. En
este sentido no deberíamos etiquetar a nadie injustamente. Más bien el
conocimiento de los temperamentos puede llegar a ser una excelente
herramienta para maestros y educadores permitiéndoles conocer con más
profundidad los niños de su clase y actuando como complemento y
fortalecimiento de sus aptitudes y actitudes.